Inducción a las seleccionadas para la muestra gastronómica |
Por Manuel Tiberio Bermúdez
Más
de 60 expositores tendrán a cargo la parte gastronómica durante el próximo
Festival de Música del Pacífico “Petronio Álvarez”.
Son
hombres y mujeres que heredaron, de sus mayores, los secretos del buen
sabor y la preparación de platos que han
venido en legado como un tesoro familiar.
Durante
los días del Petronio, la oferta gastronómica es otra fiesta en la que los
saberes se expresan en olores y en sabores que hacen que el público se deleite
con una cocina que ya dejó de ser solo de los habitantes del pacifico, y sin
timideces, salió a recorrer el mundo.
Quien
no se relame ante un plato de sancocho de pescado, unos exquisitos tamales de piangua, un jugo
de chontaduro, un pusandao, o un encocao de jaiba, y aunque el Petronio es un espacio de música
y de alegría, no sería lo mismo sin la oferta que cocineros y cocineras sabias,
ofrecen a los paladares de los
visitantes.
Uno no quiere, pero no puede resistir a volverse un
comedor insaciable durante los días del Petronio. Creo que es una dulce
venganza de los habitantes del Pacífico por haber desconocido tanto tiempo sus
especialidades culinarias. Nos provocan desde el sabor, desde los olores que
envían esos fogones donde palpita en efervescencia una cazuela de mariscos, un
sancocho de Muchillá, un arroz endiablao, o nos provocan con la gran variedad
de pescados fritos: mojarra, sierra, pargo rojo y otras delicias irresistibles.
Sabores y saberes |
Sabores y saberes que han resistido el paso del
tiempo, que se han ocultado en esas cocinas de los ancestros para llegar hasta
hoy incontaminados por esa modernidad que todo lo empaca, que todo lo unifica, que todo lo produce en serie. Son la manos de
esas mujeres y hombres que heredaron las maneras de preparar, las que le ponen
la sazón a los platos, porque la formula podrá ser igual, pero el sabor depende
de la experiencia, del amor que quien
prepara le ponga.
Y las comidas integran…da gusto ver durante el
Petronio, grupos de familias enteras despachando las viandas que allí se
ofrecen en ejercicio de confraternidad y amistad.
Tampoco hay Petronio, sin esas bebidas espirituosas
que alegran las jornadas musicales: Arrechon; Viche; Toma Seca; La Curada;
Tumbacatres que se anuncian con la picardía de una sonrisa que garantiza que
esos productos “dan fuerza en la mirada”. Y claro se consumen sin pausa porque
a lo mejor, quién quita, sirvan para esas faenas del amor, según aseguran
quienes venden los productos.
Ya estamos a la espera de la nueva edición del Festival
de Música del Pacifico. De solo nombrarlo el corazón se vuelve una tambora que
nos marca, desde ya, los compases de la música que será compañía durante unos
de los mejores Festivales de Música del Pacifico: El Petronio Álvarez.