Por Manuel Tiberio Bermúdez
Cali, está como una muchacha inquieta. En sus calles la gente sonríe, y en
el ambiente hay como un fantástico sentimiento de alegría.
La música se siente mejor, las mujeres que pasan a nuestro lado, pareciera que tienen “más tumbao” que de
costumbre. Los hombres están más amables y hay algo en el ambiente que tienen
una explicación: ya llegó el Petronio Álvarez.
Y es que, después de la Feria de Cali, éste es el evento que más público
aglutina, el que más extranjeros atrae, el que más emociones despierta en
quienes se vuelcan a vivirlo cada noche.
El ánimo de los caleños está dispuesto para el goce y la alegría en el XX
Festival de Música del Pacifico, considerado el espacio en el que mejor se
expresa la diversidad, la inclusión
social y un culto sin igual a las expresiones musicales y culturales del Pacífico.
Este año, en la Unidad Deportiva, Alberto Galindo, del 10 al 15 de agosto,
se realizará la gran fiesta del Petronio. Además de ser el más importante
Festival Latinoamericano de expresiones del Pacífico, es un proceso cultural
comprometido con la conservación, exaltación y divulgación del legado
patrimonial que ha venido saltando en el tiempo desde el África, hasta hoy
cuando todas estas expresiones se abren paso en una modernidad que las admira,
las reconoce y las disfruta.
Músicas que invitan al baile no importa el color de piel que se tenga. Las
marimbas, los tambores, los cununos, los violines, los Guasá, buscan las
hendijas de la alegría y por allí se cuelan para poner alegría en todo el
cuerpo, entonces, los pies piden pista para que se expresen y dibujen los
compases que dicta la música. Por un extraño instinto, las manos imitan el
vaivén de las olas y el resto es goce y alegría.
También la gastronomía es otra fiesta: sancocho de pescado; tamales de
piangua; jugo de chontaduro, pusandao, encocao de jaiba y no sigamos porque
faltan pocos días para darle gusto al
cuerpo.
Este Festival de Música del Pacífico, hace años borró las fronteras de la
piel y hoy es patrimonio de todos. Hoy el Petronio es un asunto de alegría, de
goce, de música que llega a que el cuerpo deje de obedecer a la cordura y haga
de las suyas al ritmo que marca la música.
Ya todo está listo. Tenemos las mejores sonrisas para compartir con
ustedes, el ánimo está arriba, los músicos ensayan y preparan sus mejores
melodías para que usted las disfrute, y Cali, su gente, es esa muchacha
inquieta que les espera para que esta edición XX del Festival de Música del
Pacífico, Petronio Álvarez, sea una fiesta inolvidable.
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