Isidoro Corkidi Yaffé, nació en
Cali. Locutor, conferencista, investigador, traductor, camina por el mundo
pensando en una sola cosa que es su motivación principal: la música.
Si uno se atreviera a hacer la
entrevista con él de pié terminaría con tortícolis. Desde su altura, heredada
de sus ancestros turcos, Isidoro Corkidi debe ver todo de manera diferente, a
tal punto que escogió la música como su norte de vida, pero no una en
particular sino la música del mundo en general.
Tiene una voz potente y educada
en los ajetreos de la radio que practica hace más de 16 años. Con esa voz
cuenta, informa y promociona los cantantes, orquestas y ritmos musicales, que busca en cuanto país, casa, amigo o lugar
tiene posibilidad de esculcar.
Para esta X edición del
Festival Mundial de Salsa, Corkidi, recibirá un reconocimiento por parte de la Secretaria de Cultura y
Turismo de Santiago de Cali. Le preguntamos ¿por qué la distinción?
“Estas son de esas cosas que
uno no se espera y además, uno no se mueve en este medio con el fin de que este
tipo de cosas sucedan. Uno simplemente hace las cosas que cree que debe de
hacer y si en el concepto de alguna entidad considera que es merecedor de algo,
pues es gratificante que ese reconocimiento llegue. Pero mis propósitos nunca
van por ese lado. Yo diría que llegan sorpresivamente y cuando llegan uno las
recibe con agrado”.
¿Cómo comenzó a
interesarse por la música?
“Ni uno mismo sabe como
comienza en esto de la música. Recuerdo que tenía unos 13 o 14 años y por esa
época vivía en Bogotá en pleno centro de la ciudad. Por esa época había muchos
almacenes de música, uno podía encontrar dos o tres en la misma cuadra. Yo
caminaba mucho por la carrera séptima, no tenía familiaridad alguna con la música
cubana y ni sabía que era esa música. De hecho, estudiaba en un colegio de
enseñanza inglesa. Pero, sonaba mucho “El carretero”, de Guillermo Portabales,
y ese tema cautivó mi atención. Cada que sonaba ese tema , yo me detenía a la
puerta del almacén del que saliera esa música
y esperaba hasta que terminara la canción. Si de casualidad yo seguía
caminando y en otro almacen sonaba esta canción hacia lo mismo. Con el paso de
los años, es que uno descubre esa semillita que se sembró en uno”.
Corkidi, hace una pausa, busca
en su mente los recuerdos.
“Luego de vivir en Bogotá
durante 17 años, llegué a Cali en 1978. La radio en Cali por esa época, era una
radio muy diferente a la de ahora. La Salsa estaba en furor y digamos que se
documentaba de alguna manera lo que se estaba radiando para el público. Empecé a interesarme en esa música y de lo
que de ella se contaba y eso me cautivo. Al cautivarme la Salsa, de pasó
también me cautivó la música cubana porque yo diría que van de la mano”.
Lo que empezó sin ninguna
relevancia se volvió para él importante y ya cuando tuvo la ocasión de hacer
programas radiales sintió que tenía una
responsabilidad ante el público oyente y se dio cuenta que tenía que estudiar
para poder hacer un programa bien hecho. No se trata de moler música, la idea
era poderle suministrar al oyente alguna información ya fuera sobre los
cantantes, las orquestas, los compositores, algunas anécdotas, en fin, dar una
información que le sirviera al escucha.
¿En cuál bando se ubica: en el
de los coleccionistas, o en el de los melómanos?
Yo creo que uno es una mezcla
de ambas actividades. Lo uno sin lo otro como que no va.
¿Como se inicia en el mundo de
la radio?
“Yo ya había incursionado en la
radio pero un amigo muy cercano, Pablo Emilio del Valle Arroyo, me invito a un
programa que le ofrecieron en la emisora de la Universidad del Valle, y me
invitó a hacer el programa con él. A propósito, en septiembre del 2015
cumplimos 16 años de estar al aire”.
“Me gustó el formato del
programa porque consistía además de la música en darle al oyente información.
Yo utilizó una frase que la dijo Alfredito Linares en algún momento: “no
podemos permitir que la música nos resbale así no más; nos tiene que dejar
algo”. Para que nos deje algo, eso implica investigar y esa investigación le
trae beneficio a los programas que realizamos pero sobre todo al publico que a
la hora de la verdad, es el mayor beneficiado”.
En 16 años uno aprende mucho y
oye mucha música. ¿Cuál es su artista preferido y por qué?
“Cuando me han hecho esa
pregunta, yo respondo: dentro de tantos artistas, tan maravillosos, atreverse a
escoger uno o dos o tres, sería un irrespeto con los mismos artistas decir que
alguno es mejor”.
Pero, insisto, hay alguno que
es el que lo hace comprar , le digo…
“No es uno solo, son muchos. Es
toda una colección de música linda y no
solo este genero de música. Es verdad que nosotros hacemos un programa
enmarcado en la música cubana, en la Salsa, en los boleros, pero realmente
nuestros gustos llegan mucho más allá. Yo diría que a mi, me gusta es la música
del mundo”.
“Por ejemplo, una artista que
me cautiva bastante es la ya fallecida Edith Piaf. Una mujer que dejó una gran
estela musical. Dentro del mundo del Jazz uno tiene que mencionar a Louis Daniel
Armstrong, en fin, a muchos artistas”.
“Hay algo que es muy curioso,
dentro de la muchachada que le gusta la Salsa en Cali. Si usted dice que le
gusta un vallenato es como si fuera un sacrilegio, es objeto de críticas. Yo
digo que no debe ser así, pues además, esa música es nuestra. Claro, no toda es
buena y esto pasa dentro de todos los estilos, la hay buena y la hay mala”.
“¿Pero por qué encuadrarse en
un solo estilo –dice- cuando la música en general es tan maravillosa, despierta
sentimientos. La música de cualquier país o región puede sembrar en uno los
mejores sentimientos”.
¿Usted, como muchas otras
personas en Cali, cree que Cali es la Capital Mundial de la Salsa?
“Honestamente, no lo creo. Le
digo la verdad, Cali es un sitio importante dentro del mundo de la Salsa, pero
quien haya ido a New York y haya vivido ese ambiente podrá decir: Nueva York,
ha sido y es y probablemente siga siéndolo. Es que los hilos que mueve la
ciudad de Nueva York, son tan poderosos que aunque por un tiempo hayan decaído
le basta aun para seguir siendo la Capital de la Salsa. Yo no lo digo con
irrespeto, cuando digo que Cali no lo es. Es una ciudad importante para el
mundo de la Salsa, pero de ahí a que sea considerada la Capital Mundial de la
Salsa, eso ya es otro cuento”.
¿Sobre los 10 años del Mundial
de Salsa usted que piensa?
“Esto es maravilloso para el
mundo del baile. Cali siempre ha tenido unos bailarines supremamente
especiales. Pero lograr agruparlos, y que haya un gremio que los agrupe y los
exporte hacia el exterior, esto ha creado una corriente. Es como una espuma que
sube sin detenerse que deja el nombre de Cali muy en alto y muestran una
Colombia diferente ante el mundo”.
¿Cuál es su mirada sobre la
radio en Cali?
“La radio que se hacia antes
era buena y hay algo muy particular, lo que teníamos, la música cubana y la
Salsa, no permitíamos que nadie nos lo vulnerara. No permitíamos que ni el
merengue, ni el reggaetón, ni otros estilos de otros tiempos, penetraran, es
decir, hacíamos respetar nuestros predios. Pero, la radio de ahora es muy
diferente, es netamente comercial y no les importa pasar por encima de quien
sea con tal de tener sintonía”.
¿Cómo y dónde consigue la
música para mantener el programa durante 16 años?
“Yo hago el programa en
compañía de Pablo Emilio del Valle, y cada uno de nosotros aporta lo que tiene
y lo que vamos consiguiendo y cuando viajo, a cualquier ciudad que llegue, algo
consigo”.
¿En este mundo moderno qué usa
más vinilos o CD?
“Vinilos sin lugar a dudas”.
¿Son las 10 de la mañana, que
canción escucharía en este momento y porque?
“La vida en rosa de Edith Piaf,
es una razón para vivir”.
¿Qué es la música para Isidoro Corkidi?
“La música es vida, es esencia,
es un motivo para vivir. En los momentos más amargos, la música ayuda a no caer
al fondo de una depresión. Es una inyección de ánimo”.
Foto por Manuel T. Bermúdez.-
0 comments:
Publicar un comentario
Sus comentarios son importantes para mejorar . ¡Gracias!