Textos que compartidos se vuelven viajeros.

7/11/23

8 de noviembre, un año menos, un día más. Agradecido / Por Manuel Gómez Sabogal


¡Cómo se nos van los años!

Ahora cuesta recordar
Y tenemos más edad
Ahora somos un cuaderno
...”

 Cuando era pequeño, tuve todas las enfermedades del mundo, de la época, del siglo XX. Recuerdo que mi médico pediatra, Oscar González Mejía, ya era como de la familia, pues casi cada semana debia medicarme para uno u otro padecimiento. Me la pasaba de enfermedad en enfermedad, hasta los 11 años.

Era flaco, ojeroso, parecía cansado y sin ilusiones. Tuve amigos tanto en primaria como en bachillerato que me ayudaron a salir adelante y no solo me aconsejaban, sino que confiaban en mi, pues era muy indeciso y además, poco creía en mis capacidades.

Gracias a Dios, a mis padres, a mi familia a mis amigos, fui cambiando y logré confianza en mí, conseguí tener más peso, no pesos y nada de hospitalizaciones.

Hoy, 8 de noviembre, un año menos, pero un día más, pero muy agradecido con Dios, la vida y mi familia. Así lo veo desde el fondo de mi alma y desde el sitio donde tengo el computador. Al frente se ven árboles y un paisaje lleno de verde, un día maravilloso, opaco, pero maravilloso.

Y me siento feliz de vivir. La música, la lectura, las caminatas llenan mi espacio en este momento. Además, cada mañana, cuando despierto, doy gracias a Dios por un nuevo día y al retirarme a descansar, me acompaña “Señor, hazme un instrumento de tu paz...

Siento la alegría de vivir, porque Dios me está dando más tiempo para hacer más y más locuras, locuras como las que me han acompañado toda la vida.

Hace 4 años, nadie daba un peso por mi. Estuve en la clínica Comfamiliar en Pereira durante mes y medio. Me operaron a corazón abierto y mi voz no quedó igual. Debido a la intubación, la cuerda vocal izquierda quedó paralizada. Tuve que dejar mi programa de radio y el de televisión, pero seguí adelante. No se me entiende, a veces, pero no importa. Escribo a diario. Envío mensajes.

Me encuentro con amigos por wasap o charlamos al calor de un café, a veces en directo, como me gusta.

Hace 3 años, murió mi hermano y recuerdo que me sentí derrotado. Sentí que era algo que no esperaba nunca. Pasaron los días, los meses, pero hoy,  Dios y él me han dado fuerzas para escribir más, para buscar ser mejor.

Cada día, Dios nos pone pruebas fuertes, difíciles, pero debemos superarlas. Debemos esforzarnos por vivir la vida.

Un hermano, Luis Eduardo, quien, 3 décadas atrás, empezó a celebrarme el cumpleaños por década (1999, 2009, 2019). Nos reuníamos. Eso nunca lo olvidaré. Jamás me enteré porqué se le ocurrió hacerlo. Tampoco le pregunté. Lo cierto es que había no solamente pastel, sino comida, bebidas y serenata.

La última reunión fue el 8 de noviembre de 2019, el año en el cual me realizaron la operación a corazón abierto. Me hallaba en recuperación y ya con la voz embolatada, pero contento, tranquilo. Y no es fácil olvidar esos momentos, pero la vida es así. Lágrimas y alegrías. Penas, tristezas, pero felicidades, porque la vida es bella.

Estuvimos en su casa. Todo fue alegría, abrazos, música y camaradería.

 

Hoy quise contemplar
Esos viejos retratos
Que son testigo fiel
De los felices ratos
Que vivimos una vez en primavera
Primavera que ya nunca volverá

La juventud se va
Y nos ponemos viejos
Los hijos ya no están
Pues se marcharon lejos
Pero quedan con nosotros los recuerdos
Del amor de ayer

 


 Hoy, 8 de noviembre, doy gracias a Dios por estar aquí, todavía. Por sentir que vivo y que estaré hasta cuando lo disponga. Soy un enamorado de la vida, también soy sentimental y no voy a dejar de ser un muchacho como yo a quien le encanta vivir la vida desde el fondo de mi alma. Además, hay que gozar la vida, ser agradecido y  siempre debo volver a creer. Me siento en paz...

 

Amado Nervo. En paz...

 Muy cerca de mi ocaso,

yo te bendigo, vida,

porque nunca me diste

ni esperanza fallida,

ni trabajos injustos,

ni pena inmerecida.

 

Porque veo al final

de mi rudo camino

que yo fui el arquitecto

de mi propio destino.

 

Que si extraje las mieles

o la hiel de las cosas,

fue porque en ellas puse

hiel o mieles sabrosas:

cuando planté rosales,

coseché siempre rosas.

 

Cierto, a mis lozanías

va a seguir el invierno:

¡mas tú no me dijiste

que mayo fuese eterno!

 

Hallé sin duda largas

las noches de mis penas;

mas no me prometiste

tan sólo noches buenas;

y en cambio tuve algunas

santamente serenas...

 

Amé, fui amado,

el sol acarició mi faz.

¡Vida, nada me debes!

¡Vida, estamos en paz!

 

 

 

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6 comentarios:

  1. Anónimo10:10 a.m.

    Confiesa que hemos vivido... nos renueva esta vuelta al sol que inicias hoy y en dos días te sigo yo.
    Abrazo rompecostillas grande.

    Y feliz cumpleaños!

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    Respuestas
    1. Mil gracias por tus palabras...Un abrazo

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  2. Anónimo3:31 p.m.

    Manuel, eso es lo más importante: en paz. Que cumplas muchos más con proyectos, ilusiones, tareas.. esa es la razón!! Feliz cumpleaños 🎂

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  3. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  4. Anónimo9:33 p.m.

    Campeón. Que lindo ver siempre tus escritos, tus historias… que transportan… generan esa gran alegría de recordar las propias al conocer las tuyas… inspiras y animas… alegras la vida y permites reconocer en ella y en sus recuerdos el dulce sabor de vivir!!!
    Abrazos fraternos!!
    Edisson.

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    Respuestas
    1. Mil y mil gracias por esas palabras. Gracias a Dios siento que la vida es bella y la vivo con alegrías. Abrazos.

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