Por Manuel Tiberio Bermúdez
Hacía tiempo no sentía tanto desconsuelo como el que sentí viendo el
resultado final del programa El Gran Colombiano.
En ése espacio fueron puestos a consideración del público 125 personajes en
cinco categorías para que la gente eligiera o propusiera el de su agrado.
Luego de algunos meses se recibieron más de un millón de votos que dieron como ganador a Álvaro Uribe
Vélez.
Figuras como la de Simon Bolívar; Gabriel García Márquez; Antonio
Nariño; Luis Carlos Galán; Radamel Falcao; Alejandro Obregón, entre otros,
fueron puestos a consideración de los lectores de El Espectador y los
televidentes del canal de televisión History.
Para dar a conocer la elección definitiva de El Gran Colombiano, se
realizó un programa especial, por History, que tuvo una duración de dos horas y
que contó con la presentación de Nicolas Montero y la participación de los
panelistas, María Jimena Duzán, Javier Hernández Bonnet, Francisco
Gutiérrez y Lisandro Duque, quienes analizaron y opinaron sobre los personajes
seleccionados.
Los finalistas fueron: Antonio Nariño, con 4,7% de las votaciones; Gabriel García
Márquez, con el 4,78%; Manuel Elkin Patarroyo, con el 4,85%; Jaime Garzón, con
el 17,5%, y finalmente Álvaro Uribe Vélez, con el 30,3%.
Los resultados hablan mucho de nuestro país, de nuestra gente y de los
valores que –ese millón de colombianos- creen que
un ser humano debe tener para ser
elegido como un gran colombiano.
El formato no es malo, el formato permite leer en el colectivo humano
con el que compartimos, nos permite
conocer sus sentires, nos habla de sus
querencias, nos informa de los patrones que se alojan en los cerebros de ese
gran plural que es una nación.
No me agradó esa elección porque tengo otro concepto de lo que debe ser
un buen ser humano, de lo que debe ser un gran colombiano. Para mí, el señor Uribe, nunca será ejemplo a seguir.
Me gustó la convocatoria porque
me permitió escuchar a mi abuelita cuando gritó sin ninguna vergüenza ni
respeto por el vecindario ¿en qué país vivimosssss?.
Sé, eso sí, que ganó otra elección, esta vez en las urnas
virtuales y me dio desconsuelo…no lo puedo negar.